Apuntes fotográficos de Marte Merlos
Dos cosas se respiran en Navidad: Aire puro de montaña y la tranquilidad que da un pueblo de poco más de 200 habitantes situado a 1,900 metros sobre el nivel del mar. Su nombre tiene origen, dicen en el pueblo, a que un 24 de diciembre cerca de 1,590 gambusinos españoles se asentaron en esta zona otrora rica en oro y plata.
Hoy esta localidad situada en el municipio de Mascota, se mantiene en una armoniosa calma durante la mayor parte del año a la espera del mes de julio, cuando tienen lugar las fiestas del pueblo y los hijos ausentes vuelven “del otro lado” a habitar durante un mes las solitarias casas y, con esto, aumentar temporalmente el número de habitantes hasta en más de 1,200 personas. Navidad, un pueblo que exuda magia y quietud; un pueblo detenido en el tiempo.