Médico y marxista como el Che Guevara. Joel Robles Uribe, histórico líder de izquierda, cuenta anécdotas que la mayoría de la gente desconoce, como que vivió un año en la URSS.
“Tiene una colección de 600 máscaras de todas partes del mundo”
En la entrada de la casa, detrás de una gran pecera que ahora está seca, hay una piraña disecada que en algún momento fue la mascota de la familia. “Se comió muchos peces pequeños y daba un poco de miedo”, reconoce Joel Robles Uribe, líder histórico de la izquierda jalisciense. La familia tuvo también varios perros Xoloitzcuintles. Su casa es una especie de Cámara de las Maravillas. En la sala cuelgan cientos de máscaras que ha coleccionado durante más de una década y más de 60 mil figuras de elefantes de su esposa.
En uno de los niveles se guarda una parte de su biblioteca formada por más de 60 mil libros. Robles Uribe fue presidente municipal de San Blas en Nayarit en los sesenta, candidato a la gobernatura de Jalisco en 1977 por la coalición Unión Democrática (una elección que perdió contra Flavio Romero de Velasco), escondió a guerrilleros durante la guerra sucia, fue médico cirujano en un pequeño hospital en Jalcocotán, un pequeño poblado cerca de Tepic y estuvo en la cárcel durante tres meses acusado de arrebatar diez mil hectáreas a una compañía extranjera para dárselo a pobladores locales.
Jubilado desde hace tres años, este médico egresado de la escuela de medicina de la Universidad de Guadalajara se considera un marxista guadalupano, defensor del laicismo y un apasionado de la historia. “Tengo las obras completas de Lenin. Cuando tenía su librería Raúl Padilla me vendió toda la colección en 10 mil pesos. También tengo muchos libros sobre la Revolución rusa y biografías sobre Stalin”.
Su preocupación más inmediata es encontrar al mejor tatuador de Guadalajara porque quiere tatuarse una águila y un león en la espalda. “Ya tengo el formato que está inspirado en El Águila Descalza” un movimiento sindical que fundó hace varias décadas. “Y en la otra parte me voy a tatuar un león, porque me decían el león de las canchas”.
¿En qué posición jugaba?
Era lateral.
¿Por izquierda?
No, jugaba en la derecha, jaja.
Nunca es tarde para tatuarse ¿no?
Es mi propósito de 2014.
¿Cómo nació su interés por la colección de máscaras?
Todo comenzó hace 15 años más o menos. No recuerdo cuál fue la primera máscara que tuve. Yo creo que todos usamos una máscara, algo que escondemos a la gente. Tengo máscaras chinas, japonesas, africanas.
¿Cuál es su máscara favorita?
Una que me trajo un hijo que estudió en Hungría, tallada directamente de un bambú. Otra de mis preferidas es una máscara huichola. Mis máscaras y mis libros los voy a donar al Museo de la Historia de la Medicina que va a hacer la Universidad de Guadalajara en el Antiguo Hospital Civil. En mi biblioteca tengo muchos libros de historia. Tengo toda la colección de Lenin. Viví en la Unión Soviética a finales de los años setenta. Estuve ahí un año estudiando un diplomado sobre marxismo en la Academia de Ciencias de la URSS. Había mucho control sobre los estudiantes. No se permitía beber alcohol dentro de la residencia, aunque algunos compañeros finlandeses tomaban vodka. Nos pedían que no fueramos a manifestaciones públicas en la Plaza Roja porque decían que había gente de la CIA que nos tomaban fotos y que luego nos matarían en nuestros países. Nos obligaron a no usar nuestros nombres reales por seguridad. Allá me llamaba Paul.
¿Sin embargo, tuvo la oportunidad de conocer Moscú a pesar de las restricciones?
Claro, aunque pasábamos mucho tiempo en la residencia de estudiantes, la cual tenía una biblioteca estupenda. En vacaciones la Academía tenía un programa de descanso activo. Estudiábamos ruso, escuchábamos programas de radio, nos llevaban al Bolshoi, teníamos pases para entrar de manera gratuita a museos y catedrales. También nos apoyaban con gorras, botas y abrigos. Todavía conservo una de esas botas. Me hice famoso en la Academia porque ayudé a un compañero al que le dio un ataque epiléptico durante una clase.
Ahí se enteraron que era un médico experto en marxismo.
Sí. En una entrevista anterior yo dije que era un marxista guadalupano, como Miguel Hidalgo. Pero siempre me manifesté como laico. Yo soy católico, pero no voy mucho a misa.
Médicos que hayan sido agitadores sociales, el Che, usted ¿y quién más?
Han habido muchos, Alfonso Partida, Samuel Meléndez Luévano. Muchos.
PERFIL
Nació en Tepic en 1932. Su padre fue comerciante y dirigente campesino. Realizó la secundaria en un internado para hijos de trabajadores y de soldados bajo el modelo del gobierno de Lázaro Cárdenas. En 1977 fue candidato a la gubernatura de Jalisco por el partido Unión Democrática. Estudió Medicina en la Universidad de Guadalajara, fue médico partero y formó parte del Comité Estatal de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), dirigida por José Guadalupe Zuno Hernández. Tuvo cuatro hijas, una de ellas, Mara Robles, es Secretaria de Educación en el Gobierno de la Ciudad de México. Tuvo tres hijos (uno de ellos ya fallecido). Tiene 22 nietos y tres bisnietos.