El presupuesto participativo fue implantado en los ochenta por primera vez en América Latina en la ciudad de Porto Alegre
Este mecanismo pone al ciudadano en el centro de la toma de decisiones. El presupuesto participativo, que en Tlajomulco cumple cuatro años y en Puerto Vallarta dos, es uno de los mecanismos más democráticos y transparentes que existen respecto al manejo de los recursos públicos.
Esta herramienta permite que, a través de una consulta abierta, el ciudadano elija qué obra apoya con parte del dinero que recaudan los municipios a través de sus impuestos, el predial en el caso de los dos municipios citados. El ciudadano, al que pocas veces se le escucha su opinión, vota y selecciona la obra que, desde su punto de vista, considera más urgente y necesaria para la comunidad.
Desde la creación de esta herramienta, Tlajomulco ha recaudado anualmente un total de 30 millones de pesos, una cifra que aumentará un 15 por ciento en 2014.
El presupuesto democrático fue implantado por primera vez en América Latina en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, a finales de los ochenta. En 1988, el Partido de los Trabajadores obtuvo la administración de la ciudad y un año después implementó este programa, liderados por el alcalde Tarso Genro. Su sistema se basaba en reuniones donde se establecían las demandas y prioridades de Porto Alegre en obra pública y se discutían las bases para los criterios de asignación de fondos. Actualmente, entre el 15 y el 25 por ciento del presupuesto se designa mediante consulta popular.
En Buenos Aires se replicó este mecanismo a partir de 1996, gracias a la iniciativa del diputado socialista Roy Cortina. En Argentina, esta medida adquirió certeza al incorporarse al artículo 52 de la Constitución.
“(El presupuesto participativo) es una muy buena oportunidad de que el ciudadano le diga al gobierno 'quiero que hagas esta obra primero', por eso necesitamos que participen y que pongan sus sugerencias. Este tipo de ejercicios democráticos son los que empoderan al ciudadano”, afirma la directora de Proyectos Estratégicos de Puerto Vallarta, Silvia Álvarez Bustos.
La consulta pública en Vallarta se realiza desde el pasado 3 de enero y concluye el 3 de marzo, en las mismas fechas que en Tlajomulco. Para Juan Partida, tesorero de este municipio, el presupuesto participativo reconoce los derechos que tienen los ciudadanos y los involucra directamente en los asuntos de interés público.
¿Cómo funciona? En las oficinas recaudadoras se entrega a los ciudadanos una hoja con 16 obras de las cuales escogen tres. En la parte de abajo se formula además una pregunta abierta donde se le pide que especifique las acciones que le gustaría que el gobierno municipal impulsara en su comunidad.
Una de las ventajas de este mecanismo es que promueve un gasto eficaz, evita el despilfarro de recursos en obras de poca utilidad, combate la corrupción y ayuda a transparentar los gastos de una administración.
El alcalde Ismael del Toro afirmó que un total de seis obras sugeridas en las consultas anteriores ya se han concretado y que durante la primera mitad del 2014 se finalizarán algunas más.