Hechizo en la Sierra
Este poblado de la Sierra Occidental destaca por su belleza y su entorno natural privilegiado.
Jesús Preciado de León
“Caminar por sus calles es como retroceder en el tiempo” En Mixtlán, las nubes casi se pueden tocar. Pueblo pequeño, pero con mucho encanto, quienes la visitan reconocen estar en un lugar especial, casi mágico.
El recorrido, para quienes vienen por primera vez, debe comenzar en la Plaza Principal, principal punto de reunión de sus habitantes. Frente a la plaza está el Palacio Municipal, el cual aloja, en la planta alta, un mural que describe la historia del pueblo. La obra narra la llegada de los primeros indígenas a estas tierras (cocas, tecos o cazcanes) e ilustra los episodios de la conquista.
En el mural se refleja la dualidad entre el pasado y la actualidad, lo divino y lo pagano, lo humano y lo espiritual.
El recorrido continúa en el templo dedicado a San Sebastián Mártir, un lugar agradable que destaca entre jardines, fuentes y una cruz de cantera. El interior del Templo posee una belleza única. Su torre blanca se alza esplendorosa y sus campanadas son un deleite para el oído.
Caminar por sus calles es como retroceder en el tiempo. El color rojo de los tejados de las casas y el agradable olor a tierra húmeda de las paredes de adobe ofrecen una experiencia sensorial inimitable. Aquí todo es paz, tranquilidad y armonía. No se sorprenda si mientras camina percibe el aroma de pan horneado o los olores que desprende el delicioso rollo de guayaba.
La gastronomía de Mixtlán, que en náhuatl significa lugar de nubes, merece un capítulo aparte. Las tostadas de picadillo, el pozole, las enchiladas, los tamales, los sopes, el mole y el pipián son una delicia. Entre las bebidas más conocidas destacan el atole blanco de maíz, el café en grano, el ponche de granada, las chinchigüinas, los pajaretes, el tepache y el salitre (agua mineral con gas que nace en las entrañas de la región preparada con sal, chile y limón). Los huesitos de leche, la cajeta de mango, el rollo de guayaba, las gorditas de horno, el pinole, las charrascas y cajetas, son los postres más demandados.
Sin embargo, las virtudes del municipio no se reducen a su cabecera municipal. En los alrededores están las poblaciones de La Laja y Cuyutlán, más pequeñas y tranquilas. La vegetación que rodea Mixtlán, un bosque de 17 mil hectáreas de pino, encino y roble, es otro de los motivos que seduce a los visitantes.
Mixtlán no tiene sólo atractivos arquitectónicos, gastronómicos y culturales, también es hogar de gente amable y sencilla. Un lugar que hechiza y conquista.
Mixtlán
Mixtlán significa “lugar de nubes” en náhuatl
Población: 3 mil 279 habitantes
Extensión: 418 km2
Fiestas principales:
Fiesta de San Sebastián Mártir. Del 12 al 20 de enero.
Fiesta en honor a la Virgen “Defensora de los rayos”. Del 1 al 12 de octubre.