“En la Zona Metropolitana existe un coche por cada dos personas. Una cifra que supera a la de la Ciudad de México”
Un problema que parece eterno
La ciudad arrastra un déficit en transporte urbano desde hace casi 20 años.
Todos los años los gobernantes se llenan la boca de promesas para mejorar el transporte público en Guadalajara y su Zona Metropolitana, pero la historia siempre termina igual.
Las promesas, como las palabras, se las lleva el viento. Y mientras tanto, los más de dos millones de habitantes de la Zona Metropolitana se tienen que conformar con autobuses viejos, contaminantes, con un sistema de transporte desorganizado y desarticulado que está a merced de los caprichos de gobernantes y empresarios.
A pesar de que el pasado mes de abril se llegó a un acuerdo de no aumentar la tarifa del transporte hasta que no se constataran mejoras (algo que evidentemente no ha sucedido), Javier Jaramillo González, director general de Transporte Público, comentó hace unas semanas que la tarifa se va a ajustar. Como sucede con este tipo de decisiones, es probable que durante las vacaciones de Navidad la tarifa se “ajuste”, es decir, que aumente a principios del próximo año.
En Movimiento Ciudadano estamos en contra de una subida de la tarifa que no implique compromisos de parte del gobierno de Jalisco y de los transportistas para mejorar la calidad del servicio.
La degradación de este problema no es algo nuevo, sino que viene de tiempo atrás. Desde hace más de 15 años, con la construcción de la línea dos del Tren Ligero en 1994, no se ha hecho ninguna obra de relevancia para los peatones.
Este déficit ha hecho que los ciudadanos, ante las carencias para moverse en la ciudad, se vea obligada a comprar un auto. Esto ha provocado que en los últimos años el parque vehicular de la ciudad haya crecido a un ritmo del 7 por ciento por año. Actualmente, hay más de 1.8 millones de coches en la ZMG, es decir, un coche por cada dos personas. En la Zona Metropolitana del Valle de México el parque vehicular es de cinco millones 25 mil autos, un coche por cada cuatro personas.
Aunque este problema se veía venir, pocos hicieron algo. La ciudad se llenó de heridas, puentes vehiculares, pasos deprimidos que benefician a los coches, pero que resultan ahora insuficientes porque se saturan. En los días de mayor tráfico, la avenida López Mateos, donde en los últimos diez años se han construido siete pasos a desnivel, se convierte en un gran estacionamiento.
Según datos de la Secretaría de Vialidad y Transporte basados en un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México, el promedio de velocidad de los coches en la capital de Jalisco es de 19 km/h, por debajo de los 24 kilómetros por hora de la Ciudad de México.
La obra más significativa en los últimos tres lustros para el transporte público fue la construcción del Macrobús sobre la Calzada Independencia, pero no ha sido suficiente para solucionar los problemas de movilidad.
Quienes más sufren los problemas de un transporte deficiente son los niños, la gente con capacidades diferentes y los adultos mayores. Hace un par de semanas el Instituto Jalisciense del Adulto Mayor (IJAM) presentó un informe donde detecta los principales problemas.
Según este diagnóstico, los adultos mayores viajan con miedo a caer, a ser atropellado y sufren las malas condiciones de los autobuses, los excesos de velocidad que provocan incomodidad y los pocos asientos disponibles en las unidades.
El director del Instituto comentó que la altura de los escalones es un problema, así como la velocidad con la que se conducen los autobuses y problemas al bajar, porque muchos no se paran cerca de la acera.
Mientras los usuarios tienen que soportar las malas condiciones y el poco apoyo para sus desplazamientos, el problema persiste no se ve ninguna solución a corto o mediano plazo.
