25 de noviembre. Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.
A pesar de que se cuenta con más herramientas legales para erradicarla, la violencia contra las mujeres en Jalisco sigue a la alza.
“En septiembre de 2012 se añadió la figura de feminicidio en el Código Penal para el Estado de Jalisco que establece penas de 20 a 40 años para quienes asesinen a una mujer por razones de género”
Jalisco es el primer estado con mayor número de mujeres desaparecidas con más de mil 184 en el último año, una cifra que se ha incrementado hasta en un dos mil por ciento en el último lustro, según distintas Organismos No Gubernamentales que utilizan como fuente al Sistema del Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (Sirenped).
El próximo 25 de Noviembre se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, una fecha especialmente delicada para una entidad que registró 694 denuncias por violación y 153 feminicidios el año pasado, según datos de la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, no se trata de un problema sólo estatal. De todas las mujeres que murieron en el país, seis de cada diez perdieron la vida a mano de sus parejas en los últimos años, lo que confirma la gravedad del problema.
De acuerdo a datos del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) la situación de violencia en la región es dramática. Entre los 25 países con mayor tasa de asesinatos en el mundo 14 de ellos, incluido México, ocupan los primeros lugares en una lista que encabezan Salvador, Jamaica y Guatemala.
A pesar de que existe una Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia del Estado de Jalisco y que la Fiscalía General del Estado creó en su estructura una Unidad de Investigación contra Delitos de Trata de Personas, Mujer, Menores y Delitos Sexuales, el problema continúa.
Feminicidio, delito grave
En septiembre del año pasado se añadió la figura de feminicidio en el Código Penal para el Estado de Jalisco que establece penas de 20 a 40 años para quienes asesinen a una mujer por razones de género, algo que ya se incluye también en el Código Penal de la Ciudad de México. Aunque esto supone un avance respecto a lo que ocurría anteriormente, el problema permanece en la mayoría de los estados que han hecho la reforma.
“La importancia de un tipo penal autónomo de feminicidio radica en que el tipo penal de homicidio invisibiliza las causas y las características propias del asesinato de mujeres por razón de género. Al visibilizarlas a través del tipo penal específico es posible identificar las necesidades especiales de protección de las mujeres y por lo tanto las políticas públicas que debe adoptar el Estado para ello”, aseguró Guadalupe Ramos, delegada en Jalisco de Cladem, durante una conferencia que sostuvo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la ciudad de Washington.
Una de las razones para que la realidad siga igual, afirma Julia Escalante, delegada nacional de Cladem, es que los ministerios no están capacitados para aplicar las reformas.
“Muchos estados ya tienen la tipificación del delito, pero desconocen su conceptualización y los avances en derechos humanos. Además, carecen de una formación sensible respecto al tema y muchos Congresos estatales intentan bloquear las reformas”.
La activista agrega que el problema se convierte en un círculo vicioso. Como no se tipifican de manera correcta los delitos, los datos de feminicidio en las entidades son menores a los reales, lo que provoca que las Alertas de género (acciones gubernamentales de emergencia, para enfrentar y erradicar la violencia en un territorio específico) no se lleven a cabo.
“Ningún estado quiere verse expuesto ante la opinión pública como un estado que no protege a las mujeres”, afirma.
En cualquier caso, agrega Julia Escalante, la situación ha mejorado respecto a 10 o 20 años atrás, por lo menos en la visibilidad del problema.
“El tema está en la agenda pública, pero también existe mucha simulación. Muchos gobiernos se jactan de reformar los códigos penales y de tener centros de justicias para las mujeres, pero las cifras no bajan”, se lamenta.
Otro de los problemas es el bajo índice de denuncia. Según datos del INEGI, en Jalisco 1.4 de cada diez mujeres agredidas se acercan a una autoridad para denunciar.
NUMERALIA
1.4 de cada diez mujeres agredidas se acercan a una autoridad para denunciar.
2.8 homicidios por cada 100 mil mujeres en Jalisco.
60.4 por ciento de las jaliscienses con pareja ha padecido violencia económica.
13.1 por ciento de las mujeres jaliscienses ha sufrido violencia sexual.
24.1 por ciento de las mujeres ha sufrido agresión física.
86 por ciento de las mujeres casadas o unidas ha sido violentada emocionalmente.
17.9 ha sido víctima de violencia extrema.
46.1 de cada 100 mujeres de 15 años o más sufrió algún hecho de violencia en México.
Fuente:
Panorama de Violencia contra las mujeres en Jalisco. Instituto Nacional de las Mujeres. INEGI
¿Quién las protege?
El trabajo de las asociaciones civiles ha sido clave para la generación de mejores condiciones de seguridad y equidad para las mujeres. Entre ellos destaca el trabajo que hace el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM). “CLADEM incide en la defensa y promueve la exigibilidad de los derechos humanos de las mujeres en la región con una visión feminista y crítica del derecho, mediante el litigio internacional, el monitoreo a los Estados, y el fortalecimiento de la capacidad de sus integrantes para el análisis y argumentación jurídico-política, la concertación de agendas y el diseño de estrategias y cursos de acción para la acción política local y regional”. Este organismo se constituyó en 1987 en San José Costa Rica y fue galardonado en 2009 durante la III Edición del Premio Rey de España a los Derechos Humanos.
Por su parte, el Colectivo Queremos seguir Vivas y el Instituto Multidisciplinario de Desarrollo Social Yocoyani realizan informes, recopilan datos y hacen seguimientos sobre el tema de la violencia en contra de las mujeres. A nivel oficial, el Instituto Jalisciense de las Mujeres es el encargado de promover, elaborar y ejecutar políticas públicas a favor de ellas.
La Convención Belém Do Pará
Uno de los instrumentos internacionales más importantes que existe para erradicar la violencia en contra de las mujeres fue creado en 1994 con la firma de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. El primer artículo de La Convención Belém do Pará, como también se le conoce, afirma lo siguiente: “Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”. El documento, ratificado por México en 1998, entiende como violencia contra la mujer todo tipo de “violencia física, sexual y psicológica que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, perpetrada o tolerada por el Estado”.
Retrato de un encuentro feminista
Laura Becerra
Más de mil asistentes reflexionaron sobre el papel de la mujer en la actualidad.
“Uno de los puntos álgidos del IX Encuentro fue la marcha desde la Minerva hasta la Plaza Liberación en el centro de la ciudad”
Bajo el título “Territorios feministas, diálogos en construcción”, más de mil 500 mujeres de todo el país asistieron al Noveno Encuentro Nacional Feminista Jalisco 2013 que se celebró los días 25, 26 y 27 de octubre en el Hotel Presidente Intercontinental de Guadalajara.
Migrantes, campesinas, diputadas, regidoras, indígenas, jefas de familia, estudiantes, investigadoras, activistas, y un sinnúmero de profesionistas más, vinieron con un objetivo en común: opinar y analizar el papel de la mujer en el contexto actual de nuestro país.
La agenda contemplaba tópicos complejos y batallas que deben ocurrir si lo que se busca es avanzar en materia de género y equidad. Entre los más importantes se discutió el preocupante tema del feminicidio en México, para el que incluso se formó un Tribunal Ciudadano para juzgar casos emblemáticos. Se habló también de la mujer y la salud, la discriminación salarial en la vida laboral, la educación, y el camino a seguir para lograr uno de los puntos claves: la paridad política.
Algunos desencuentros también estuvieron presentes entre los colectivos asistentes, los que tienen años en el camino y que apuestan por una forma más institucional de marcar la ruta, y los grupos más jóvenes, quienes consideran que la lucha se da cada día en las calles, en el trabajo, en la familia, en los movimientos sociales.
Uno de los puntos álgidos del IX Encuentro fue la marcha desde la Minerva hasta la Plaza Liberación en el centro de la ciudad. Con pancartas donde se podían leer frases como: “¡Vivas se las llevaron y vivas las queremos!” y “La mujer luchando también está educando”, las asistentes gritaron consignas durante todo el recorrido.
El cierre del evento se realizó con la participación de las representantes de los estados quienes leyeron sus pronunciamientos seguidos de aplausos y coros de apoyo. A pesar de las diferencias entre ellas, las participantes demostraron que se puede llegar a acuerdos cuando de lo que se trata es de transformar a México en un lugar más equitativo y recuperar lo que se les ha negado por muchísimo tiempo: justicia e igualdad de oportunidades.