“En la novela hay muchas cosas que se pueden contar que el periodismo no lo permite”
Novela negra: El periodista tapatío se estrena en el género de la novela con “Los que habitan el abismo”
Antes de morir, el escritor argentino Juan Gelman le propuso personalmente al periodista tapatío Diego Petersen (Guadalajara, 1964) escribir algún texto literario, y el exsubdirector del diario Público y actual colaborador del El Informador, por fin le tomó la palabra con la publicación de su primera novela “Los que habitan el abismo” (Planeta, 2014).
La anécdota de la cual parte la narración es un hecho real del que tuvo conocimiento hace 20 años cuando trabajaba en el diario “Siglo XXI”. En ese momento se enteró de la historia de una viuda que mataba a sus maridos para cobrarles el seguro. Al indagar en esta macabra historia, resultó que esa mujer era madre de un amigo íntimo del escritor.
La novela se gestó a partir de 20 entregas periodísticas, similar al formato de los folletines del siglo XIX. El género de la novela es policiaco y para no negar la cruz de su parroquia Petersen narra el devenir de unos periodistas que investigan el caso de esta viuda negra. “A diferencia de las novelas negras donde los policías son protagonistas, aquí lo son los periodistas. Aproveché para narrar cómo es la vida de un periodista. El mundo del periodismo es meterte en la vida de los otros y acercarte a la gente”.
Para Petersen, escribir la novela “fue más complicado de lo que esperaba, porque las estructuras mentales de los periodistas son diferentes. En la novela se ensancha la posibilidad de narrar, y hay muchas cosas que se pueden contar en la ficción que el periodismo no lo permite”. A pregunta expresa de qué prefería más, si el periodismo o la ficción, admitió que “prefiero inventar que consignar. Fue liberador comenzar a escribir sin saber a dónde iba, a diferencia del periodismo donde ya tienes un lugar al cual llegar”.
La novela, a pesar de partir de un hecho real, se construye con supuestos que Petersen pensó para el desarrollo de la historia y de los personajes: “Antonio Sarabia me dijo que aunque el personaje estuviera basado en alguien de la vida real, en la novela debería dejarlo respirar, y que yo me preguntara qué haría él. Haber convertido a mi amigo en personaje me ayudó a entenderlo. No se puede decir que algunos personajes de la novela sean tal o cual persona en la vida real, algunos son combinaciones de cuatro o cinco, y sus acciones son lo que yo me imaginé que harían en algún caso”.
