“El yoga es una herramienta divertida de desarrollar el potencial creativo y estimular la imaginación de los niños”
Yoguitos es un proyecto ambulante de yoga para los niños que ha llegado a Guadalajara desde Barcelona.
María Ochoa Morfín
Té frío, galletas y frutas en la mesa. En el patio de la casa (ubicada en la calle Bogotá 2612 en Guadalajara, en un espacio que se llama Puerta al corazón), los padres charlan sobre la sesión de yoga que tomarán junto a sus hijos en unos minutos. El ambiente se parece más al de una reunión de amigos y de familia, que al de una sesión de ejercicio tradicional.
Finalmente, después de conocerse entre ellos, la sesión comienza con los niños tímidos. Sin embargo, la pena se les quita cuando ven a sus padres hacer con ellos los mismos ejercicios. Al inicio de la sesión, un bebé comienza a llorar y la profesora pide a los participantes que lloren con él. “Ahora vamos a reír”, agrega. El niño, en automático, para de llorar.
La sesión forma parte de las actividades de Yoguitos, un proyecto itinerante de yoga para niños que comenzó en Barcelona en octubre de 2010 y que llega a Guadalajara. Ideado por Judith Ortega, Yoguitos no sólo lleva a cabo sesiones para niños y padres de familia, sino también organiza cursos para formar nuevos instructores. “La idea inicial fue hacer yoga para niños de tres a 12 años, después vimos la importancia de transmitir a los padres de familia lo que le enseñábamos a sus hijos”, asegura.
Este método enseña a los pequeños cómo actuar ante el estrés y la ansiedad, cómo manejar sus emociones y caprichos, cómo aumentar el poder de su mente, cómo autocontrolarse, relajarse y desarrollar su autoestima. Es una manera divertida de potenciar su creatividad y su capacidad para superar retos y estimular su imaginación y sensibilidad. Además de desarrollar la fuerza, el equilibrio, la flexibilidad y la coordinación física y mental. Judith afirma que la idea no es que los niños no sólo aprendan a conocer su cuerpo, sino que también sepan manejar sus emociones.
Los ejercicios de Yoguitos simulan todo tipo de movimientos y sonidos de la naturaleza. Las rutinas se basan en estiramientos básicos y van desde la actividad intensa hasta la relajación, provocando que estos dos momentos confluyan hasta crear un equilibrio entre la parte lúdica y la meditación. Los participantes se hacen cosquillas, se despeinan y se hacen masajes unos a otros. También se crean historias donde los niños participan y se hacen preguntas como ¿qué es lo que más te gusta? ¿Qué te pone triste? ¿Qué te hace feliz? Una pequeña llamada Regina contesta: “a mí me pone triste los corazones que lloran”, mientras que Lucas, muy simpático, agrega: “a mí me pone triste estar feliz”.
Judith explica que el yoga viene de la India y que las posturas originales están inspiradas en la naturaleza. Durante la sesión está permitido que los mismos niños creen movimientos nuevos y se estimula la improvisación.
“Yoguitos no se centra sólo en posturas o en estiramientos. El yoga es unión. Unión de la familia, unión del corazón, del cuerpo, de tu mente y unión con las personas que te rodean”, concluye Judith.
Más información sobre los cursos de yoga para niños en http://www.facebook.com/Yoguitos y en la web: www.yoguitos.com
