Espectáculo natural
Ubicadas en la serranía de Ameca, estas piedras se han convertido en una de las principales atracciones del municipio.
Karen Sofía Vega Orozco
“En 1968 un grupo de geólogos estadounidenses determinó que las piedras se formaron hace más de 40 millones de años”
Enigmáticas, monumentales, misteriosas, perfectamente redondas. Enclavadas en el paraje montañoso de la serranía de Ameca, en el municipio de Ahualuco de Mercado, se encuentran estas rocas esféricas formadas por ceniza volcánica.
Las formaciones, que en algunos casos llegan a medir más de tres metros de diámetro, han sido objeto de numerosas investigaciones hasta el punto de llegar a dinamitarlas para llevar a cabo distintos estudios minerales. Un grupo de geólgos estadounidenses determinó, en 1968, que su formación fue producto de los cataclismos de la Era Cenozoica durante el periodo terciario (hace 40 millones de años). Debido a la cercanía con el volcán de Tequila, se cree que la ceniza ardiente fue despedida y, al enfriarse y estancarse, se depositó en la región. Aquellos a los que les gustan las teorías conspirativas afirman que su origen se encuentra fuera de este planeta.
En los últimos años, este lugar se ha convertido en un punto de referencia para exploradores, curiosos, amantes de la naturaleza, la tirolesa y el senderismo. Para llegar a ellas hay que caminar una brecha de cinco kilómetros que está a un costado de la carretera de Ahualulco a Ameca.
En una parte del cerro, llamada Las Torrecillas, descansan unas enormes piedras montadas sobre columnas de tierra que sorprenden por sus formas caprichosas. Unas verdaderas obras de arte esculpidas por la naturaleza.